Los ladrones suelen hacerse con objetos de poco valor situados a la vista. Los responsables de varios puertos deportivos de las Pitiüses (Ibiza) mostraron ayer su sorpresa por el asalto a cuatro yates en Marina Botafoch que podría haber sido realizado por una banda especializada que robó más de 30.000 euros. «En lo que va de verano habremos tenido unas cuatro entradas en barcos pero no se han sustraído grandes cantidades», explica Tomás Ruiz, de Ibiza Nueva. «Todos los años hay algo y los métodos pueden variar. A veces son amarristas que entran en una embarcación cercana antes de partir, otras son ladrones que entran cuando los dueños están fuera y fuerzan una cerradura pero lo más habitual es que sea gente que pasea por el pantalán buscando algún barco en que no haya nadie y donde se hayan dejado alguna escotilla abierta», apunta Manuel Alvite, del puerto deportivo de Santa Eulària.