El sector náutico está tocado, pero no hundido, tocado por la crisis, por la mala gestión y voracidad de las administraciones, por la falta de planificación y estudios serios en el momento de ampliación y construcción de nuevos puertos deportivos, por el exceso en unos casos y falta de idoneidad en otros de normativa que nos regula (en este país al exceso de normativa se le contrarresta con el incumplimiento de la misma), pero se mantiene a flote por la capacidad de los gestores y operadores privados y públicos de puertos deportivos, que han sabido capear otros temporales y que a buen seguro capearán éste.

Sí que contamos con los medios para ser el Caribe Europeo: tenemos numerosas instalaciones de calidad, costa y clima, inmejorables conexiones aéreas con el resto de Europa, comunicaciones por tren y carretera con las principales ciudades de España, y una gran capacidad de crecimiento. Soy de la opinión de que la náutica debe ser algo cercano a la ciudadanía, que cualquier persona aficionada a los deportes náuticos tenga facilidad para practicar los mismos y de que, una vez que hemos conseguido que la náutica deportiva sea accesible a las clases medias, mantengamos a estas clases entre nosotros. Porque, en contra de la idea de que hay que atraer flotas de megayates, de los que existe una cifra relativamente pequeña, prefiero pensar en los miles de pequeños usuarios que se han incorporado en los años de bonanza económica y que estamos en vías de perder. Es también imprescindible el papel de los Clubs Náuticos en la tarea de acercamiento de nuevas generaciones al mar y en el desarrollo y difusión de la actividad de charter.

Insisto en que los profesionales del sector van a ser capaces de aguantar esta crisis y de salir renovados de ella, a las crisis hay que afrontarlas con energía, conocimiento, rigor, mucho trabajo y grandes dosis de optimismo, pero sin que te vengan a poner palos en las ruedas en forma de cánones abusivos o legislación imposible... En España a la pregunta de cómo vas, se suele contestar que tirando, es hora de dejar de tirar y empezar a empujar.


Miguel García Vilaseca, secretario general Marinas de Andalucía.