La llegada de los cruceros a Málaga es un negocio redondo. Tanto para el Puerto como para la ciudad. Todos salen ganando de la llegada de turistas con un alto nivel de gasto y que deja sus buenos réditos en el tejido comercial de la ciudad. Ahora que Málaga aspira a convertirse en un destino turístico de importancia, los cruceros están llamados a convertirse en una pieza fundamental. La construcción de la estación marítima y los atraques en el dique de Levante supondrán un salto de calidad en las instalaciones. Pero también de capacidad. Así, Málaga podría gestionar hasta medio millón de pasajeros al año y recibir nueve cruceros de una vez...