A muy pocos metros del Club Náutico de Motril, donde los propietarios de embarcaciones pagan uno de los escasísimos puntos de amarres de la Costa granadina a precio de oro, existen unas 200 embarcaciones que hasta ahora atracaban felizmente, ajenas a los problemas de falta de amarres y sin saber lo que es pagar un euro por estar fondeadas.

Se trata de barcos de recreo que ocupan pequeñas zonas de la dársena comercial justo la que linda con el Club Náutico y la dársena pesquera desde hace años y cuyos propietarios se han ido pasando la plaza de aparcamiento gratuita de generación en generación, como la mejor de las herencias, «desde que el Puerto es Puerto». La situación ilegal de estos barcos 'okupas' se ha permitido durante años, pero ahora la Autoridad Portuaria de Motril ha dicho basta.

El próximo 31 de diciembre es la fecha del ultimátum lanzado por el Puerto a los propietarios de estos barcos: o los sacan todos fuera por las buenas o se considerarán basura y se retirarán por las malas de la dársena, 600 euros de multa. El problema que se les presenta a unos 200 propietarios de embarcaciones desde botes de remos hasta modernas lanchas de recreono es pequeño, teniendo en cuenta que en la Costa no existen más puntos de amarre legales.

Por ello, agrupados en el Club de Amigos del Mar, critican que se les eche sin más y piden tanto al Ayuntamiento de Motril como a la Autoridad Portuaria soluciones y alternativas. «Esta situación se ha consentido durante años y ahora no se nos puede echar a golpe de multas de 600 euros cada una. El Puerto no puede estar ajeno a lo que pasa dentro de su recinto, hay que buscar una solución dialogada y alternativas», explica preocupado Pablo Fernández Molina, presidente del Club Náutico Amigos del Mar y portavoz de los propietarios de barcos fondeados en la zona comercial del Puerto. La Asociación propone soluciones alternativas como que los propietarios financien una nueva instalación flotante, «pero que no nos excluyan, tenemos derecho a nuestras actividades náuticas».

La Autoridad Portuaria argumenta, no obstante, que utilizan un anclaje no autorizado y que, además, invaden zonas de maniobras del puerto comercial. El Puerto de Motril esgrime también que los botes se encuentran «en la más absoluta ilegalidad, por lo que no podríamos cobrarles por esos atraques» y, además, el que estén ahí supone un agravio para todos los que pagan su punto de atraque en el Club Náutico», por lo que no ve «más salida» que la de que estos barcos se retiren...