Una pasarela peatonal de madera laminada, de tres metros de ancho, sin puntos de apoyo en el lecho del río, sólo a ambos márgenes, y con una longitud de 70 metros. Esta es la tarjeta de presentación de una de las obras más esperadas de la ciudad, especialmente por los nativos y los turistas aficionados a darse largas caminatas a pie de playa y que siempre se topaban con una desagradable sorpresa: el fin del trayecto a la altura de Río Verde. Este alto en el camino entre los paseos marítimos de Marbella o de Puerto Banús, según la dirección del transeúnte, pasará a la historia este año.
A la intervención en el río, por donde discurren las tuberías para captar el agua para la desaladora y adonde va a parar el caudal que alivia de cuando en cuanto la presa de La Concepción, se sumarán otras once actuaciones a lo largo de todo el litoral -los proyectos ya se están redactando-. El objetivo es ambicioso: dotar al término municipal, de punta a punta, desde el puerto de Marina-La Bajadilla a la zona de Guadalmina, en San Pedro Alcántara, de un paseo marítimo único de trece kilómetros de longitud y sin ningún obstáculo...