Marina Alabau recuerda perfectamente la cena que le esperaba al terminar un día entero de navegación, cuando empezó a practicar windsurf con 11 años: "Mi madre cocinaba siempre mi plato favorito: pasta con gambas y ajo. Navegar da mucho hambre, y me lo preparaba cada fin de semana". Así retrata la revista Yodona, los inicios de algunas de las deportistas y campeonas más relevantes del panorama nacional. Madres e hijas son las protagonistas de un reportaje con motivo del Día de la Madre.
Así, nos cuentan que Marina empezó a navegar con nueve años y que fue durante unas vacaciones de verano, a través de un curso de vela en
Isla Canela, donde descubrió el gusto por navegar. "Le gustó tanto que la apuntaron al Club Náutico de Sevilla en el Guadalquivir. Dos años después se pasó al windsurf y empezó a ir al Puerto de Santa María cada fin de semana. A los 13 ganó su primer Mundial, en Francia, y le concedieron una beca de la Fundación Olímpica", relatan en la revista.
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