30/01/11 Diario de Mallorca
"...Resultado: inseguridad jurídica y miedo. "Y alguien que compra un barco y quiere pagar los impuestos lo último que desea es estar pendiente de la Guardia Civil", explica Pat Bullock, empresaria náutica que considera "ridículas" las trabas. "No es bueno para el mercado, que no son solo barcos: son los impuestos que se recaudan, las compras en comercios, lo que gastan en hoteles, los coches que alquilan, los restaurantes en los que comen y las inversiones inmobiliarias que hacen. Es dinero y lo estamos asustando", relata el agente de aduanas. Y eso, según la Asociación de Grandes Yates, priva al país del paro de 20.000 empleos que podrían ser más.Porque el momento es clave, con la economía en retirada, el turismo náutico avanza y mueve más franceses, alemanes, británicos, australianos y americanos. "Ahora a Mallorca están viniendo muchas fortunas rusas", detalla Bullock, que no ve la necesidad de espantarlas. "Por el miedo a tener que pagar la matriculación [también la pagan los barcos extranjeros que llegan a España] se están suspendiendo contratos de reparación en Mallorca. Queremos el dinero, pero no queremos los barcos", se queja la presidenta del sector náutico balear, que pide visión y cintura. "Prdemos todos si los barcos se van a Malta". Menos Malta".