Las reacciones del últimatum lanzado por la Autoridad Portuaria de Motril, para desalojar a 200 embarciones que fondeaban de forma ilegal en el Puerto, se siguen sucediendo. Ofrecemos resumen de las mismas.
Los propietarios de los doscientos barcos amarrados de forma irregular en las dársenas pesquera y comercial, a los que el Puerto echará este año, piden soluciones y diálogo ante «un problema social» .
No pagan un euro por tener el barco fondeado en el Puerto de Motril mientras a sus vecinos del Club Naútico el amarre les cuesta un pico. No tienen papeles que certifiquen que ese punto de atraque les pertenece, pero los propietarios de alrededor de 200 barcos amarrados de forma irregular en las dársenas comercial y pescuera del Puerto no aguantan que nadie les llame okupas. Y es que ellos consideran que tienen unos derechos adquridos por los años que han permanecido dentro de la dársena y no están dispuestos a permitir "que nos echen ahora de repente de una patada en el culo".
Y es que el ultimátum de la Autoridad Portuaria, que exige a los propietarios de estas embarcaciones que salgan antes del 31 de diciembre de su recinto, ha sentado como un jarro de agua fría entre estos aficionados a los deportes náuticos o pescadores jubilados que han estado hasta 20 años, en algunos casos, amarrados tranquilamente en el Puerto, sin que nadie les pidiese explicaciones ni papeles.
Alrededor de 150 afectados se reunieron en el muelle pesquero para consensuar actuaciones para defenderse y combatir este ultimátum ya que, según aseguran la pasada semana el presidente de la Autoridad Portuaria, Ángel Díaz Sol, aseguró que la situación de estas embarcaciones es "totalmente innegociable". Por lo que tendrán que salir de la darsena. Díaz Sol fue más alla y calificó como "un abuso" la colonización del Puerto por estas embarcaciones y advirtió que nadie volverá a amarrar "de gorra"...