EUROPA PRESS se hace eco de una nota de prensa de la Consejería de Fomento y Vivienda en la que se ufanan de haber rebajado los cánones a los concesionarios de puertos deportivos un 29%.
Puede parecer que es una medida tendente a paliar los problemas de los concesionarios de puertos deportivos, pero la opinión pública debe saber que ese 29% de reducción hay que compararlo con las subidas de canon que estamos padeciendo desde 2006.
Ejemplos de los insostenibles aumentos de canon impuestos por la Consejería:
- Puerto de Almerimar sufrió una subida del 1.099 %;
- Puerto de Aguadulce, el ilegal incremento fue del 2.512 %;
- Puerto Deportivo de Marbella padece una elevación del canon del 7.536%;
- Marina del Este fue castigada con un aumento del canon del 947%;
- Puerto Banús, el aumento es del 512% “solamente”;
- Puerto la Duquesa resultó agredida con un primer aumento del 433% y este año vuelve a ser víctima de otra subida de la Junta de un 9.14% más.
Son datos que ponen de relieve la forma en la que la Consejería de Fomento entiende cuáles han de ser las medidas de “incentivo para la generación de actividad económica y empleo” en un escenario de “seguridad jurídica” (los inversores ya estarán “haciendo cola” a las puertas de Andalucía para financiar proyectos que creen riqueza y empleo).
Ese no es el camino, la Nota de Prensa de la Consejería publicada el día 19 de los corrientes, es una burda manipulación de la verdad que produce sonrojo e indignación; hay puertos en riesgo de quiebra a causa de los ilícitos aumentos de canon y tenemos una administración insensible que se vanagloria de reducciones del 29% cuando previamente ha impuesto incrementos medios del MIL POR CIENTO.
Lejos de lo que llaman “incentivo”, los cánones son un estéril lastre que no cumplen otro objetivo que paliar las cuantiosas pérdidas de la Agencia Pública Puertos de Andalucía (APPA) cuya desaparición es un imperativo inexcusable dada la desproporción entre los objetivos que cumple y altísimo coste que tiene para el contribuyente andaluz.
Y para mayor escarnio, en el colmo del cinismo le llaman “participativos” a los procedimientos de aplicación. Juzguen ustedes si reunir a la mitad de los concesionarios una mañana en Málaga y a la otra mitad en Sevilla, para decirles “esto es lo que hay y es innegociable, como las lentejas, si quieres…, ya pueden irse por donde han venido, sin rechistar y a pagar”. Curioso concepto de participación, pero es a lo que están acostumbrados. Han hecho un estilo de actuación lo más parecido al absolutismo y nos tratan como súbditos, pero al menos no nos silenciarán, ni nos convencerán. Triste pero cierto.
Marinas de Andalucía