Marina Port Vell se sumó a la fiesta de Sant Jordi, Día del Libro, regalando una rosa a sus amarristas acompañada de un resumen historiado de la leyenda de Sant Jordi y su lucha con el dragón, redactado en castellano e inglés. El texto terminaba explicando la actual y bonita costumbre de regalar el 23 de abril una rosa y un libro a las personas queridas.
Marina Port Vell lleva varios años sumándose a esta tradición catalana y los empleados de la marina fueron repartiendo las rosas de Sant Jordi desde buena mañana entre los tripulantes de los cerca de 300 barcos amarrados en los pantalanes del puerto.
Fueron varios los navegantes extranjeros que, sorprendidos al conocer esta simpática costumbre, no dudaron en bajar a tierra para comprar otro libro en alguna de las numerosas paradas de libros al aire libre que se instalan en Barcelona y en todo Catalunya durante esta jornada, que este año disfrutó –tras un largo y frío invierno- de una temperatura primaveral.