El POTAUM, el plan que ordena el crecimiento urbanístico de la capital y los municipios de su área metropolitana, ya ha entrado en la recta final para su aprobación definitiva.
La gran conclusión que se desprende de lo aprobado hace unos días es que para que el PGOU de Málaga, que se encuentra en manos de la Junta para su aprobación definitiva, se ajuste al POTAUM, como es preceptivo, deberá dejar fuera la mayoría de los grandes proyectos que lo definen pero que son rechazados por la Junta, como Arraijanal, la construcción al norte de las rondas, o las miles de viviendas en Campanillas y dejar para más adelante otras como el puerto deportivo del Morlaco...