Los municipios costeros siguen apostando por construir puertos deportivos, recreativos y de ocio, una infraestructura que en los últimos años se ha convertido en un importante motor económico en muchas de estas localidades gracias al auge del turismo náutico, que ha disparado la demanda de atraques.
El Gobierno andaluz ultima una norma con la que pretende planificar el crecimiento del sector y garantizar el dominio público de los puertos deportivos. Los concesionarios de los recintos privados se oponen a ella al considerar que ahuyentará las inversiones.
Una de las transformaciones más importantes la vivirá el Puerto de Benalmádena, que aspira a convertirse en la mayor marina deportiva del Mediterráneo gracias a que verá duplicados sus atraques de 1.000 plazas a 2.000...