En la desembocadura del Guadalmedina, en Málaga, se mantiene la construcción de un puerto deportivo con casi 600 amarres, con el que dar respuesta a la alta demanda existente en la ciudad. La iniciativa lleva acumulando varios años de retraso debido a los cambios que se han introducido en el plan especial. Una vez finalizado este documento, el Puerto confía en que en unos meses se pueda dar salida a la licitación de los trabajos constructivos, que irán ligados a la explotación.
Ninguna de las grandes intervenciones con las que se pretendía regenerar el Puerto de Málaga y abrirlo a la ciudad es aún realidad y ello a pesar de que el calendario de la inmensa mayoría de las obras apuntaba al pasado como el año en que estarían finalizas. En estos doce meses ni la reforma de los muelles 1 y 2, que ahora se posponen a la primavera de 2010, ni el complejo de oficinas que se levantará en Muelle Heredia ni el Auditorio, como algunos ejemplos, se han ceñido a los plazos originales...