La crisis anuncia malos tiempos para el sector del ocio, pero tanto Castropol como el vecino concejo lucense de Ribadeo quieren sacar el máximo partido a sus puertos deportivos. Por eso trabajan para aumentar el número de atraques.
En cuestión de meses -todo apunta a que el próximo verano ambas obras estarán listas-, el estuario fronterizo entre Asturias y Galicia pasará de los 600 amarres actuales a más de 700. Y ello a pesar de que el sector náutico acaba de anunciar una caída en la matriculación de embarcaciones deportivas superior al 50 por ciento...