La complicada situación de la economía ha dejado semivacíos los puertos deportivos de Castellón. La crisis ha golpeado también al ocio reservado a los bolsillos más pudientes. La demanda de amarres de PortCastelló ha caído en picado, decenas de barcos se han puesto a la venta. La crisis ha obligado al Real Club Náutico a inhabilitar cerca de un tercio de sus pantalanes flotantes, según admitió su presidente, José Antonio de Francia.
Explicó que 170 de los cerca de 450 amarres del Náutico han sido declarados en ruina. Apuntó a razones de antigüedad, aunque reconoció que no serán repuestos por falta de demanda. Hasta el momento, esta marina tiene reservados solamente 268 atraques...