En su afán por romper el monocultivo de sol y playa, la Costa es única en la oferta del turismo náutico, con 4.444 amarres, y de golf, con 57 campos y 900 hoyos. En esta última legislatura, el empresario hotelero ha tenido que superar el envite del desaforado aumento de las viviendas residenciales en la Costa que ahora empieza a caer, y el crecimiento de la oferta hotelera, que también comienza a dar muestra de estabilidad. Y el destino se ha visto obligado a diversificar sus reclamos y es que en este periodo han crecido los visitantes que han optado por este destino motivados por su oferta cultural, un segmento que en 2003 ni siquiera aparecía entre el 'ranking' de las siete primeras opciones de viaje y que en 2006 oscilaba la segunda decisión tras los deseos de llegar a la Costa por ocio y descanso.
Calidad, diversificación, mejora de las playas y nuevas formas de gestión del turismo marcan las propuestas de los principales partidos en municipios señeros.
El candidato del PSOE a la Alcaldía de Benalmádena, Javier Carnero, persigue revitalizar la calidad turística y crear zonas de excelencia turística. Devolver al Puerto Deportivo el esplendor que siempre debió tener, regenerar las playas, mantener las plazas hoteleras, embellecer la ciudad e incrementar la seguridad. Su adversario de campaña por el PP, Enrique Moya, apuesta por un consorcio de Turismo, como órgano mixto de participación de la administración local y la iniciativa privada y por la renovación del mobiliario de las playas. Plantea desarrollar un gran evento que sirva para dar a conocer el municipio internacionalmonte.
Los turistas se sienten más activos. Sieta de cada diez realiza excursiones, tres más que cuatro años atrás. Muestra de que el destino se adapta a estos cambios es que el grado de satisfacción de los visitantes ha mejorado manteniéndose el clima como el más valorado. Cuatro muncipios concentran a casi ocho de cada diez turistas: Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola y Marbella, manteniendo invariable esta situación desde el ejercicio 2003.
En la cuneta quedan las grandes reivindicaciones de toda la vida como el saneamiento integral, la mejora de las infraestructuras para paliar la saturación en las carreteras y de los servicios ante el vertiginoso crecimiento de la población en municipios turisticos...