“Me encanta navegar solo, escuchando el ruido del mar golpeando rítmicamente contra el casco”

Nacido en Ponferrada, León, Miguel Ángel Díez, director del Puerto Deportivo Sotogrande, ha vivido en diferentes ciudades de España. Su relación con el mar comenzó en Luarca, Asturias, con un curso de vela ligera. “Luego vinieron los estudios y la navegación como profesional en barcos mercantes” , asegura. Ha trabajado en Salvamento Marítimo durante 16 años. En 1996 comenzó su acercamiento al sector náutico “tuve una participación muy activa en los diseños de las políticas de seguridad en náutica de recreo que se crearon por parte de la Administración Marítima en el período del 1996 a 2005. Ahí comenzó mi relación con los puertos deportivos y con su gestión, comenzando una colaboración cercana con Puerto Sotogrande, donde participé desde el punto de vista técnico en la realización de varios proyectos”, asegura.

Si hablamos de náutica, Díez tiene claro que “España ha vivido de espaldas al mar durante décadas, con políticas inadecuadas tanto en el sector de la construcción naval como en el ámbito de la marina mercante y no digamos nada de la náutica de recreo, apartada e ignorada, considerada un subsector desde el punto de vista económico y relegada desde el punto de vista legislativo y administrativo”. Además, no duda en aseverar que “debido a los desfases, en este mercado explosivo, entre la demanda y la oferta, ya que el proyecto de construcción de un puerto deportivo es complejo y dilatado en el tiempo, y el cambio de ciclo económico, que muchos no quisieron ver, el sector se asomó a la caída que sufre actualmente, con una importante crisis, exceso de oferta, gran cantidad de impagos, muchas unidades abandonadas por clientes en quiebra, reglamentación obsoleta, que en muchas ocasiones sólo tratan de atajarse, por parte de los responsables de gestión, mediante políticas muy arriesgadas de precios”.

Ahondamos con Miguel Ángel Díez sobre la actualidad del sector náutico y enumera las que, desde su punto de vista, han sido causas de la actual situación por la que atraviesa la náutica en España. “La Administración Marítima, muy dirigida al sector profesional pero con pocos conocimientos del funcionamiento del sector de recreo, ha supuesto una constante barrera al desarrollo. La reglamentación sobre titulaciones ha sido demencial y continúa sin cumplir las expectativas del sector empresarial dedicado a la formación en este ámbito”, afirma. Continúa con la reglamentación “La reglamentación de matriculación y despacho, muy compleja y cambiante en los últimos años, ha supuesto una traba al proceso de compra de embarcaciones, con procedimientos largos y requisitos muchas veces inadecuados”, afirma. Añade que la regulación fiscal ha sido compleja, dificultando el desarrollo. “Bueno, con respecto a la regulación fiscal, es muy dispersa y también compleja”, asegura. Y asevera que la Administración ha tenido un claro afán de recaudación, “con respecto a los puertos deportivos ha sido claro el afán recaudador de la Administración. En la Comunidad de Andalucía en los últimos años se han producido, entre otros, sin ánimo de ser exhaustivo, erróneas interpretaciones desde el punto de vista jurídico de la Ley de Costas, lo que ha dado lugar a que se propagasen rumores sobre las fechas de finalización de las concesiones que dañó las expectativas de muchos puertos ya que modificó las iniciativas de compra de una gran cantidad de usuarios, un aumento desproporcionado de los cánones aplicados a las concesiones que ha modificado, poniéndolo en peligro, el equilibrio financiero de las mismas, lo que ha obligado a disminuir servicios, subir precios o soportar pérdidas y otras actuaciones que por su complejidad harían muy extensa la entrevista”.

Pese a esta enumeración de factores negativos que han influido en el sector, Díez es positivo y confía en las alianzas “tengo muy claro que el turismo náutico, y por tanto el sector de la náutica de recreo, tienen un gran futuro en un país como España y saldrán reforzados de la crisis. Los puertos deportivos son elementos diferenciadores, dinamizadores y potenciadores de las economías de las áreas donde se asientan y, a pesar de la profunda crisis, ha sabido aguantar capeando el temporal. Además, es un sector con un efecto multiplicador en el empleo muy importante, con un sistema en red que, evidentemente aunque con bajas, soporta el embate. Creo que es época de alianzas, de acuerdos de colaboración para potenciar el sector a nivel internacional, y para poder poner encima de la mesa de la Administración nuestras demandas y nuestras ideas ya que quizás ahora, en estos momentos donde ellos también están más desamparados, nos escuchen, de presentar ofertas turísticas integrales y conjuntas que puedan beneficiarnos a todos”.

El director de Explotación del Puerto Deportivo Sotogrande es hombre optimista y con la clara intención de seguir aprendiendo y sacando lo bueno de lo malo, “para mí, la vida es un constante proceso empírico, donde se va aprendiendo de los continuos errores, por lo que he cometido muchos. Durante años de navegación, viviendo un largo ‘gran hermano’ he tenido momentos fantásticos y momentos horribles, grandes amigos conseguidos en duras jornadas en la mar, que sigo manteniendo, también algún enemigo que curiosamente no recuerdo, muchas experiencias vividas que fundamentalmente me han dado una visión tranquila de los acontecimientos, capacidad para la toma rápida de decisiones y tolerancia. Curiosamente no tengo malos recuerdos de muchos fuertes temporales, algún abandono o situaciones de navegación críticas, todo lo contrario, lo recuerdo como sensaciones emocionantes y de las que aprendí muchas cosas”. Guarda en la mochila extraordinarios momentos vividos: uno reciente, cuando le comunican que formará parte del Puerto Deportivo, “otro momento especial fue cuando Ramiro, nuestro director gerente, me comunicó que me habían seleccionado para el puesto que ahora ostento. Gran alegría, reto personal y nuevas oportunidades de aprender, aunque también de cometer errores. Continuaré aprendiendo de ellos”.

Si le pedimos que nos destaque a alguien especial, que le haya marcado en todos estos años y pese a haber conocido a muchas personas durante sus 30 años de rodaje, Díez es rotundo “mi padre, que desgraciadamente falta desde hace unos años, marcó profundamente mi forma de ser, fundamentalmente en cuanto a la práctica de la honradez y el esfuerzo en todas las acciones a emprender en la vida. Recuerdo que siempre me decía “en cada cosa que hagas deberás dejar un trocito de tu corazón y no te preocupes porque si tienes el corazón grande te durará toda la vida”. Aunque también destaca a Ulrich, “un alemán afincado en la zona, jubilado, al que conocí hace 12 años, ex-director general para todo Sudamérica de una importantísima multinacional alemana, con experiencias vividas de niño en la 2ª Gran Guerra, también con experiencias muy intensas vividas en Colombia con la FARC, cuando era una persona importante en la zona, una vida de novela, verdaderamente. Tiene 80 años y todavía navego con él frecuentemente. Cada conversación con él es un libro abierto”.

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MUY PERSONAL
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1.- Mi primer contacto con el mar fue...
Cuando era un chavalito, en Asturias, un precioso pueblo que se llama Luarca.

2.- Cambiaría mi actual ocupación por la de...
Estoy muy ilusionado con el proyecto para el que trabajo. No tengo ningún interés en cambiar.

3.- Me gusta desconectar...
Desconecto haciendo vela. Me encanta navegar solo, escuchando el ruido del mar golpeando rítmicamente contra el casco. Tengo también otras aficiones que me relajan, como correr, nadar, leer y escuchar música.

4.- Si tuviera que dar un consejo al sector, cuál sería...
Es época de alianzas.

5.- Me tomaría un café con...
Me encanta el café y me encanta la gente. Me tomaría café con cantidad de amigos. De hecho lo hago todos los días.