Una localidad en la que el 90% del territorio, aproximadamente, está protegido tiene que hacer malabarismos para poder crecer. Y el objetivo de Nerja desde hace unos años es afianzar un turismo de calidad más allá del tejido residencial extranjero que ha dado mucho rendimiento a la economía local, pero que necesita de otro acicate. Para ello, el nuevo Gobierno local tratará de conseguir que dos de los proyectos, principalmente, salgan adelante.
Se trata del puerto deportivo, que la Consejería de Obras Públicas ha diseñado en el limite entre Nerja y la vecina Torrox. El proyecto está en redacción y los dos pueblos están pendientes de cuál de los dos Ayuntamientos tendrá la gestión. Y la Estación Depuradora de Aguas Residuales, que acomete el Ministerio de Medio Ambiente y que acumula ya un largo catálogo de incumplimientos de lazos esbozados y dependen directamente del Ayuntamiento, el alcalde, José Alberto Armijo, deberá bregar con Sevilla y Madrid para sacar a relucir dotes de negociador y que, de una vez, la localidad pueda construir su futuro que no parece ir más allá de un monocultivo turístico.
El otro gran proyecto es el del campo de Golf en los terrenos de La Coladilla. Después de haber vendido un millón de metros cuadrados a la promotora Medgroup, del magnate americano George Soros, el Plan de Ordenación del Territorio ha catalogado este suelo muy lejos del matiz urbanístico necesario para contruir el complejo deportivo, un hotel de lujo y 1.000 viviendas.