La Conselleria de Medio Ambiente del Govern que dirige Unió Mallorquina (UM) planea abordar en breve el problema de la escasez de puntos de atraque en el litoral de las Islas. Los amarres se encuentran agotados y la lista de espera para acceder a ellos engorda cada día que pasa. Hasta 8 años tiene que esperar un usuario para obtener uno en plena Bahía de Palma y hasta 600 embarcaciones hacen cola para conseguirlo.
Entre las soluciones que baraja Ports de Baleares, el organismo dependiente de la Conselleria que dirige Miquel Àngel Grimalt se encuentra la autorización a los clubes náuticos y marinas de Baleares para que instalen cada temporada pantalanes flotantes. Estas instalaciones ya han sido empleadas en algunos puertos deportivos de las Islas, como es el caso del de Andratx, y se presenta como una de las fórmulas más prácticas para atajar el problema de la carestía de puntos de atraque. De manera paralela la otra alternativa es la más tradicional de instalar de boyas y delimitar nuevas zonas de fondeo.
Los representantes del sector náutico tienen prevista una próxima reunión con Ports que versará sobre esta cuestión. Según han confirmado fuentes del organismo que dirige ahora Manuel Patiño, la preferencia pasa por los pantalanes.
Los argumentos que pesan a la hora de decantarse por esta opción pasan, en primer lugar, por una cuestión medioambiental. Esta alternativa sería, a priori, la más ecológica al instalarse los puntos de atraque en la dársena de los puertos. De esta manera no se dañan las praderas de posidonia del exterior de los mismos como podrían hacerlo las tradicionales boyas. Asimismo los residuos de los barcos se vierten en tierra.
Desde el punto de la seguridad se trataría también de la opción más recomendable de todas. Fundamentalmente en aquellas instalaciones portuarias más abrigadas de los temporales.
En estos momentos más de 3.000 personas están en lista de espera para conseguir un amarre en Baleares sólo en los puertos que el Govern gestiona directamente. El Ejecutivo balear tiene a su cargo de forma directa 2.500 plazas de atraque mientras que deja en manos de compañías concesionarias un total de 8.500 puestos de amarre. A la hora de abordar la problemática de la escasez de atraques los ecologistas, y por encima de todos ellos el Gob, siempre se han posicionado en contra de la creación de nuevos puertos deportivos. Su propuesta ha pasado por la remodelación de los ya existentes aplicando fórmulas como la que baraja ahora la Conselleria del Ejecutivo balear de Francesc Antich que dirige la formación de Maria Antònia Munar.