De catorce kilómetros de playa con siete puestos de socorrista, el octavo, es el único dedicado a personas con movilidad reducida y situado junto al Puerto Deportivo de Aguadulce. Las instalaciones todavía son deficitarias, si bien parece ser que el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, del que depende Aguadulce, apuesta por mantener este servicio el año que viene dado el éxito de la experiencia.
Marta Santos, quince años y una mirada como el mar de Aguadulce estudia cuarto de ESO. Menudita y vivaracha aunque muy reflexiva, tiene un hobby, que no es precisamente irse de botellón. Desde hace tres meses, junto a otros dos voluntarios de esta localidad de la costa almeriense, se ha dedicado «gratis et amore» a acoger a bañistas con movilidad reducida en la Zona Alfa, junto al puerto deportivo.
El Ayuntamiento, que este año adjudicó los servicios de socorristas a la asociación Protección Civil, ha reservado esta zona a «Playa Accesible». Es un experimento que ha salido muy bien, aunque según Marta lo han pasado peor que otros voluntarios porque han sudado todo el verano en una caseta sin agua nl electricidad...