La afición a la náutica deportiva o de recreo está creciendo a buen ritmo en España. Por ello, los puertos deportivos o marinas aumentan en número para poder cobijar embarcaciones cuyas esloras varían entre los cuatro y 1,20 metros. Cada día hay mayor número de personas que acceden a este mundo, que antes se creía que era un coto cerrado de las clases más pudientes. Hoy en día, la clase media dispone de recursos suficientes para acceder a un mercado amplio y adquirir una embarcación. Los españoles, en este aspecto, van acercándose a otros europeos como los franceses, que cuentan con una larga tradición.
Tratando de adecuarse a los tiempos, en noviembre de 2007 se dicta una orden ministerial por la que se regulan las condiciones para el gobierno de embarcaciones de recreo, que sustituyó a la de 1997. Su sustitución, sin embargo, no fue inmediata ya que algunos artículos (los concernientes a los exámenes, los contenidos teóricos y las prácticas, entre otros) vieron retrasada su entrada en vigor hasta pasados doce meses desde su publicación, es decir, hasta noviembre de 2008. Los títulos regulados en esta orden habilitan, exclusivamente, para el gobierno de embarcaciones de recreo y motos náuticas que sean utilizadas exclusivamente para dicha actividad...