La sala de mayoristas de pescado de la dársena portuense ha vuelto a la normalidad tras haber llegado a un acuerdo el colectivo de compradores con el de vendedores.
La Autoridad Portuaria había optado por quedarse al margen de este enfrentamiento alegando que la tasa es la obligatoria para el vendedor, pues así lo establece la Ley de Puertos. Mientras Asove justifica que repercutiera esta tarifa en el precio del pescado alegando que tenían que hacer frente a muchos gastos, sobre todo tras el traslado a las nuevas instalaciones. Mientras los compradores consideraban que no era justo que tuvieran que pagar una tasa que no le correspondía.
Durante casi una semana ha estado sin actividad estas instaladones debido al plante que realizaron los compradores en protesta por el cobro de una tasa por el uso de las instalaciones, cuota que es cobrada por la Autoridad Portuaria a los vendedores, pero éstos a su vez la hacian repercutir sobre las transacciones comerciales con los compradores. Finalmente, no se aplicará en el precio final del pescado por lo que los compradores, que están aglutinados en la entidad Asodeco, volvieron la pasada semana a asistir a la sala de mayoristas.
Para lo que aún no hay acuerdo con el colectivo de vendedores que forman parte de la sociedad Mover es para la gestión de los avales que requieren los compradores para ejercer su actividad en la sala de ventas. Estos son administrados por Asoven a través de una sociedad denominada Gesico. Asodeco entiede que esos avales son excesivos y fomentan la aparición de intermediarios y comisionistas que prestan dinero a los compradores con menor y poder adquisitivo. Según los compradores, les cobran un cinco por ciento del precio de la comisión adelantaries el dinero necesario para realizar su actividad. En las próximas semanas se retomarán las negociaciones entre compradores y vendedores para resolver esta cuestión.