De los Baños del Carmen a los Acantilados de Maro, cinco orillas serenas
Las Acacias, Guadalmar, Cabopino... Pequeñas, abiertas, con sombrillas o con terrazas. Un litoral en el que abundan las zonas apetecibles para un baño en familia o las playas solitarias donde perderse.
A catorce kilómetros antes de llegar a Marbella desde Málaga se encuentra Cabopino, con un pequeño puerto deportivo, y muy cerca de allí, las dunas de Artola, por fin protegidas, la arena fina y clara dibujando montes suaves, blandos, que terminan en el mar, dunas entre las que tumbarnos tras el baño. Algunos arbustos, y los pinos; y dice un antiguo hombre del tiempo que el mejor clima de la Península allí, en Las Chapas. El agua limpia, bañistas sin ropa, la ausencia del jaleo asociado al verano, espléndidos atardeceres y un premio del que ya hemos hablado en estas páginas: la paella del Triana, una de las mejores del mundo, en una de las entradas a la playa. Muy cerca tenemos varios kilómetros de otra playa a la altura del hotel Don Carlos, pero seguimos prefiriendo esta pequeña maravilla donde la luna llena, entre las dunas, confirma uno de esos momentos mágicos del verano...