Hace unos días se le concedía a José Manuel Caballero Bonald el premio Cervantes 2012. Quizás, una de las aficiones más desconocidas de este novelista es su pasión por la náutica, carrera que llegó a estudiar. Lo publica el periódico ABC.
"-¿Es ya un marinero sosegado?
-Lo que soy es un marinero jubilado. Se me pasó la edad de andar por ahí en un velero bregando con el viento. Además, la navegación a vela exige estar todo el tiempo trajinando a bordo, y eso a mis años ya no me atrae mucho, aparte de que sería un trabajo imposible.
-¿Qué le apasionó de la Náutica?
-Esa afición tuvo un arranque netamente literario. Fui lector asiduo de novelas ambientadas en el mar. Empecé con Salgari, con las aventuras de Sandokán, y con «El lobo de mar», de Jack London, y terminé con Conrad, Melville, Stevenson... Un día se me ocurrió estudiar Náutica y hacerme piloto de altura para poder emular a los héroes de esas narraciones inolvidables. Algo así de novelero, o inocente...".