Dicen que las dos grandes alegrías del dueño de un barco son cuando lo compra y cuando lo vende. Y es que pese a la proliferación de títulos de navegación, poseer un barco, explica Marga Lama, de la empresa Sun Sails, es algo muy costoso "por los seguros, el atraque, el mantenimiento...". Si a eso añadimos la escasez de plazas en los puertos deportivos andaluces, se entiende, añade Marga, que el alquiler de barcos se haya "puesto de moda".
Un velero medio de unos 10 ó 12 metros, con capacidad para unas ocho personas, sin patrón, cuesta, explica Marga, unos 500 ó 600 euros al día y algo menos de 3.000 a la semana.