Entre risas nos asegura que, con 20 años y después de haber trabajado, decidió ponerse a estudiar “con 20 años me fui a Denia a trabajar con Juan Belliure en un proyecto maravilloso que era la construcción del prototipo del velero Ifach 38’, pero también tuve que hacer mucho poliéster, lijar y dar patente en el varadero. Allí aprendí muchísimo, pero también me di cuenta de lo duro que era aquello y retomé mis estudios de Turismo”.
Después de años trabajando en puertos deportivos, cree que el sector está estacando, “Tras unos años de crecimiento desmedido de la oferta de amarres basado en unas listas de espera, a mi entender ficticias, el sector parece haberse estancado. En algunas CC.AA. los amarres “públicos” han corrompido el mercado. Lógicamente, a precio cero la demanda es infinita, pero ésa no es la realidad y todavía hoy leo en la prensa que se proyectan miles de nuevos amarres en Andalucía como si tal cosa”. Aunque también confía en el futuro “al menos durante los próximos años, el futuro pasa por mantener y mejorar lo que ya tenemos y dejar a la iniciativa privada la gestión de los puertos públicos para situarlos en el mercado y sanear las arcas públicas. En zonas con una fuerte saturación estacional como Baleares hay que establecer un sistema serio de fondeos regulados y respetuosos con el medio marino que a fin de cuentas es lo que nos da de comer a todos”. Y añade “nuestro potencial es inmenso, tenemos cerca de 8.000 kilómetros de costas para todos los gustos y bolsillos y una oferta complementaria envidiable. Si sabemos gestionar bien nuestros recursos podemos recuperar la cuota de mercado, sobre todo extranjera, que hemos ido perdiendo a lo largo de los últimos años. Puede sonar repetitivo pero lo cierto es que hay un clamor en el sector acerca de la urgencia de equipararnos al resto de Europa y en especial a nuestros competidores directos, Francia e Italia. Esto pasa por impulsar nuevas políticas fiscales y legislativas que dejen de penalizar a un sector que es capaz de dinamizar la economía y el empleo”.
Le pedimos que destaque a alguien de todas las personas que ha conocido a lo largo de su carrera en el sector y se queda con personas reconocidas “además de Juan Belliure y Ángel Bustos, debo destacar a Pedro Bores, el ‘loco que quería levantar Puerto Sherry’ junto a Joaquín Rivero. Aunque desgraciadamente ya no está entre nosotros, su forma de pensar y actuar está y estará presente en todas las decisiones que tomamos en Puerto Sherry. A mí desde luego me ha marcado y cambiado a mejor en los años que hemos trabajado juntos”. Pero también con personas anónimas “en general, los propietarios de grandes esloras no han comprado sus barcos con una herencia. Siempre que alguno se ha mostrado accesible se percibe enseguida en sus ojos un brillo especial de inteligencia y muchos me han causado una fuerte impresión por su personalidad. Con esto no quiero decir que todos sean la Madre Teresa…”, afirma Ruiz del Portal entre risas.
Si hablamos de buenos y malos momentos, destaca entre los últimos, “el peor sin duda fue cuando un invitado de una motora de 15 metros que se encontraba dentro de la dársena accionó a fondo accidentalmente el mando del acelerador, y destrozó todo lo que encontró a su paso hasta quedar empotrada en un muelle”. Y, a pesar de la situación actual, no duda de que el de ahora puede ser uno de los mejores momentos, para él y para Puerto Sherry “el mejor, aunque resulte paradójico dada la situación económica actual, el presente en Puerto Sherry. Afortunadamente estamos aguantando bien la crisis y todo el equipo está volcado en un proyecto muy ambicioso e ilusionante que nos afianzará como un referente del sector antes de un par de años”.
_____________________________
MUY PERSONAL
_____________________________
1.- Mi primer contacto con el mar fue...
Quien me presento al MAR en mayúsculas, fue mi padrino, Curro. Desde muy niño me llevaba a regatas amarrado a una línea de vida aunque debo reconocer que por entonces mi afición no era firme pues me pasaba el día “asomado” por la borda… hasta que un día por mis ocho años me regaló un curso de vela y al terminarlo ¡un óptimist! Era de segunda mano pero estaba recién pintado de rojo y para mí era mejor que un Ferrari. Ahí despertó mi pasión por el mar.
2.- Cambiaría mi actual ocupación por la de...
En los próximos 10 o 15 años por ninguna, después se me ocurren unas cuantas.
3.- Me gusta desconectar en...
La montaña.
4.- Si tuviera que dar un consejo al sector, ¿cuál sería?
Paciencia, optimismo, mucho trabajo y profesionalidad.
5.- Me tomaría un café con...
Leonardo da Vinci… Me aseguraría de que hubiera una pluma y servilletas sobre la mesa… Tal vez él sabría cómo arreglar la situación actual.